Distrito Federal.- Para algunos internos acusados de delitos contra la salud, las cárceles del DF son un paraíso, ya que pueden tener privilegios y vivir como en la calle, coincidieron mandos de seguridad de centros de reclusión y funcionarios de la Subsecretaría de Sistema Penitenciario.
Mientras las autoridades capitalinas buscan que no haya más reos federales en las cárceles locales, las fuentes consultadas aseguraron que este tipo de presos son un mal necesario, pues al parecer son una fuente de ingreso para estos servidores públicos.
Luego de que en 2009 se anunciara la medida de no aceptar a más convictos federales, señalaron, varios de éstos comenzaron a interponer amparos para evitar su traslado, pero sus estrategias jurídicas fracasaron y aun así los cambiaron de penal.
Desde entonces, el número de narcotraficantes en las cárceles capitalinas disminuyó y, a diferencia de otras prisiones como la de Apodaca en Nuevo León, en las del DF estos reos manejan un bajo perfil para no verse involucrados en problemas que ameriten su traslado.
Por otro lado, el Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, señaló que en las cárceles capitalinas existen 6 mil reos por delitos federales, de los cuales mil 500 son de alta peligrosidad, por lo que deben ser trasladados a penales de máxima seguridad.
El Mandatario local confió en que pronto se cumpla la promesa del Gobierno federal para poner en marcha su nueva cárcel y que sean trasladados sus reos de penales locales, como lo confirmó ayer el Secretario de Gobernación, Alejandro Poiré.
Al respecto, el penitenciarista José Luis Mussi señaló que los narcotraficantes buscan quedarse en cárceles capitalinas porque son más tranquilas que en otras entidades, pero no por los privilegios, ya que éstos también existen en otras instituciones carcelarias y la problemática es mayor.
Uno de estos casos es el de Ezio Benjamín Figueroa, acusado de importar pseudoefedrina proveniente de Europa, vía Bélgica.
Tras ser arraigado por la PGR, Figueroa ingresó al Reclusorio Oriente y, a diferencia de otros internos que deben pasar hasta 45 días en Centro de Observación y Clasificación (COC), fue llevado a escasos días de su llegada al Dormitorio 2, donde goza de privilegios como recibir a sus familiares en su estancia.
Ante los incidentes ocurridos en la cárcel de Apodaca, en Nuevo León, Rosalinda Salinas Durán, segunda Visitadora de la Comisión de Derechos Humanos (CDHDF), exhortó a las autoridades a atender las problemáticas, como hacinamiento y violencia, para evitar hechos similares en prisiones del DF.
"Hay necesidad de crear un ambiente que no sea de que pueda haber riña en cualquier momento, de esa presión (...) eso mantiene a la población en estado latente de alteración y no hay posibilidad de resolver conflictos de otra manera sino de la propia violencia que hay en ese ambiente en el que están inmersos", dijo Salinas Durán.
A tres años de que dejara el cargo como director de la Penitenciaría de Santa Martha Acatitla, Gerónimo Miguel Andrés Martínez, quien era director del Cereso de Apodaca cuando ocurrió la masacre de 44 reos y la fuga de otros 30, es recordado por reos y custodios como un funcionario que permitía el autogobierno y la corrupción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario