Distrito Federal.- A unos meses de ser despedidos de la Policía Federal (PF), cuatro ex agentes siguieron aplicando la capacitación operativa y de análisis que aprendieron... pero para secuestrar y extorsionar.
Se trata de Fernando Moreno Medina, Sergio Raúl Mercado Maya, Rogelio César Cázares Hernández y Enrique Ramírez Bahena, quienes fueron detenidos a principios de este mes junto con los civiles Antonio y Mario Alberto Aguilar Blanco.
Los seis fueron acusados de integrar una banda dedicada al secuestro exprés y extorsión.
El día de su captura --el 7 de febrero-- exigían 500 mil pesos a la dueña de una escuela para no aplicar en su contra una falsa orden de aprehensión.
Las investigaciones de la Procuraduría del DF, a las que REFORMA tuvo acceso, revelaron que en diciembre pasado causaron baja de la corporación federal Moreno, Mercado y Cázares, mientras que Ramírez fue cesado desde noviembre.
"Estaban organizados, porque tienen una capacitación policial operativa, de análisis de información, y cada quien sabía la posición que iba a asumir durante el plagio", informó Guillermo Terán Pulido, fiscal central de investigación de la dependencia capitalina.
Fernando Moreno Medina, de 32 años, quien trabajaba hasta hace un mes en las Fuerzas Especiales de Apoyo de la Policía Federal, igual que Enrique Ramírez Bahena, de 33, operaban de tal forma que no tenían un solo registro de llamadas o mensajes en los teléfonos que se les decomisaron.
Sus cómplices, Sergio Raúl Mercado Maya, de 35, y Rogelio César Cázares Hernández, de 36, ex agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI), sólo tenían llamadas que realizaron entre ellos minutos antes del plagio.
Junto con los ex policías, los gemelos Antonio y Mario Alberto Aguilar Blanco, de 37 años, ayudaban a los secuestros y las extorsiones. Ambos estuvieron presos en 2004 en el Reclusorio Norte, por robo y lesiones.
En las indagatorias de la dependencia se menciona que los seis detenidos intentaron privar de la libertad a la dueña de una escuela particular de la Delegación Venustiano Carranza para extorsionarla con 500 mil pesos y utilizaron una orden de aprehensión falsa.
Los cuatro se negaron a declarar y contestar las preguntas del Ministerio Público.
"Estaban de una manera soberbia, altiva, con esa confianza y seguridad que no les iba a pasar nada, que no iban a ser sometidos a la justicia del DF, jamás dijeron algo, no refirieron nada, totalmente herméticos.
Según investigaciones de la dependencia, la banda podría estar relacionada con al menos otros tres hechos delictivos, uno cometido en agosto del 2011,cuando todavía los agentes federales estaban en funciones.
Sobre el tema, René Jiménez Ornelas, investigador de la UNAM, aseguró que es necesario modificar la estrategia de las autoridades federales para evitar este tipo de acontecimientos.
"Se necesita cambiar la estrategia que se ha seguido, mientras la estrategia de un modelo federal, estatal y municipal sea punitivo y represivo no vamos a lograr nada, está ilustrado en otros países, se hace el problema de Apodaca, se repite unas horas después, lo mismo pasa con los agentes que ingresan a las filas de la delincuencia se sabe una y otra vez y no se hace nada.
"Estamos en un esquema de justificación sin miedo, porque los que mandan son los carteles, la ingobernabilidad está controlada, pero no precisamente por las autoridades", dijo el experto.
La banda de secuestradores escaneaba de Internet logotipos de dependencias federales para fabricar falsas ordenes de aprehensión y luego de privar de la libertad a sus víctimas las extorsionaban.
Además, se identificaban como policías y ocupaban armas y chalecos de la dependencia.
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