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miércoles, 2 de mayo de 2012

Revelan pagos a Acosta Chaparro

Distrito Federa.- La organización criminal de los Beltrán Leyva pagó por lo menos 500 mil dólares al General Arturo Acosta Chaparro, ejecutado el viernes pasado en el Distrito Federal, para que los contactara con militares de alto rango que pudieran brindarles protección, de acuerdo con el testimonio de un narcotraficante. 

Acosta Chaparro se reunió en dos ocasiones con los capos Arturo y Héctor Beltrán Leyva, "El Barbas" y "El H", respectivamente, en una mansión del Fraccionamiento Las Brisas Guitarrón, en Acapulco, y en un rancho de los traficantes en la Colonia Santo Tomás Ajusco, en el Distrito Federal.

En este último sitio de la Delegación Tlalpan, como favor personal a Arturo Beltrán, el General aceptó reunirse con los hermanos Miguel y Omar Treviño Morales, mandos de Los Zetas y llamados "El 40" y "El 42", quienes buscaban un acercamiento con militares.

Los Zetas pretendían que Acosta les presentara a generales con mando en Tamaulipas y Veracruz, pues a principios de este sexenio la organización de sicarios no tenían contactos de ese nivel en dichas entidades, según el testimonio del narcotraficante.

Otro de los convocados supuestamente fue José Luis Ledesma, "El JL", el número dos del Cártel de Juárez. 

Sergio Villarreal Barragán, "El Grande", operador de los Beltrán Leyva y quien actualmente está preso, es quien relata las gestiones del General en un testimonio rendido ante la Procuraduría General de la República el 26 de noviembre de 2010.

Aunque tenía más de dos años de contar con esta información, nunca se tuvo conocimiento que la PGR investigara al General y mucho menos que actuara en su contra. 

Desde 2007, cuando abandonó la prisión del Campo Militar Número Uno, se decía que Acosta Chaparro era un mediador del Gobierno federal con los capos de la droga, con quienes supuestamente pactó entregas de delincuentes y trató de gestionar la reducción de los índices de violencia.

Narcotraficantes como "El Grande" mencionan en sus declaraciones que algo había de cierto, pero afirma que el General nunca lo hizo gratis y que más bien era un publirrelacionista de los narcos.

'El Compadre'

"De las personas que colaboraron en beneficio de la organización, ya sea proporcionando protección o información valiosa que permitía la libre operación de la organización en el tráfico de drogas y armas, la persona que resultó valiosa para la relación con los militares fue Mario Arturo Acosta Chaparro, militar con rango de General a quien conocí por don Arturo Beltrán Leyva", relató "El Grande".

En su testimonio, rendido hace dos años, Villarreal menciona que la relación de los Beltrán Leyva con Acosta Chaparro no era un hecho reciente, pues "El H" tenía muchos años de conocerlo y "El Barbas" se refería a él como su compadre.

"El Grande" recuerda un encuentro de Acosta con los Beltrán a finales de 2006, aunque el General fue absuelto de proteger al Cártel de Juárez y abandonó la cárcel militar hasta el 29 de junio de 2007.

Cuenta que los Beltrán citaron al General en su residencia del Fraccionamiento Las Brisas Guitarrón, en Acapulco. 

"El Barbas" envió a Alberto Pineda, "El Borrado", entonces operador de los Beltrán en Guerrero, a recoger a Acosta al estacionamiento de un Mc Donalds ubicado en la costera Miguel Alemán, cerca del Hyatt de Acapulco.

De acuerdo con el dicho de "El Grande", a la cita también llegaron el General Juan Salinas, Secretario de Seguridad Pública de Guerrero, y un teniente de apellido Vázquez. Pasaron al comedor de la mansión. 

"El Grande" cuenta que aquella vez acordaron la colaboración y protección de autoridades estatales y, al mismo tiempo, presentar a los generales adscritos a Guerrero con integrantes de la organización.

"En ese momento don Arturo Beltrán Leyva le entregó una maleta negra al General Acosta Chaparro, conteniendo en su interior 500 mil dólares y al General Juan Salinas dos maletas por un total de un millón de dólares, dinero del cual me consta la cantidad en virtud de que yo preparé por instrucción de don Arturo Beltrán Leyva dichas cantidades", afirmó Villarreal, quien aseguró que acordaron también que la "mensualidad" a los funcionarios la pagaría "El Borrado".

Aquella fue la primera ocasión que "El Grande" recuerda que vio a Acosta y le sorprendió la familiaridad con la que trataba y era tratado por los capos sinaloenses.

"En aquella ocasión me dijo don Arturo Beltrán Leyva que era un militar retirado y acababa de salir de la cárcel... Observé que don Arturo Beltrán Leyva saludó muy efusivamente al General Acosta Chaparro, me señaló que eran amigos desde hace mucho tiempo, ya que se habían conocido por el norte del País, donde ayudaba al Cártel de Sinaloa", testificó "El Grande" ante la PGR.

"Uno de los detalles que tengo presente es que Héctor Beltrán Leyva se refería con el General Acosta Chaparro como compadre, incluso cuando hablaban de Joaquín Guzmán Loera 'El Chapo Guzmán', de igual forma lo mencionaban como 'El Compadre'".

La cita con Los Zetas

A mediados de 2007, los Beltrán y Los Zetas ya habían suscrito pactos de no agresión y colaboraban en operaciones de importación de cocaína a gran escala, por la Aduana de Altamira, Tamaulipas. Acosta Chaparro acababa de salir de la cárcel militar.

Por esas fechas, "El Grande" ubica otra reunión del General con los Beltrán, pero esta vez en uno de sus ranchos del Ajusco, en la Ciudad de México, donde tenían caballerizas, animales exóticos, una alberca techada, salones de juego y un helipuerto.

"La reunión a la que convocó don Arturo Beltrán Leyva en aquel lugar era para recibir a Los Zetas y presentarles al General Acosta Chaparro; Los Zetas llegaron al lugar a bordo de una avioneta y aterrizaron en una pista clandestina ubicada en Cuautla, Morelos, de donde los recogimos en helicóptero; del interior de la avioneta descendieron Miguel Treviño 'El Z-40' y su hermano Omar Treviño 'El Z-42', quienes iban acompañados también de (José Luis Ledesma) 'JL', encargado de Vicente Carrillo, en Ciudad Juárez", contó Villarreal a la PGR.

Los Zetas, recuerda, acudieron a "El Barbas" porque era amigo de Acosta y querían que el General los ayudara a relacionarlos con militares de alto nivel en las comandancias militares en Tamaulipas y Veracruz.

Su urgencia radicaba en que 15 días antes el líder de Los Zetas, Heriberto Lazcano "El Lazca", había sido acorralado por militares en los límites de ambas entidades, en la zona Huasteca. Lazcano logró escapar, gracias a que "El Barbas" le envió un helicóptero para rescatarlo.

A la reunión del Ajusco arribó "El Borrado" acompañado de Acosta Chaparro. Llegaron a la hora de la comida, cuando el rancho estaba rodeado de un dispositivo de sujetos armados. En la mesa, Arturo Beltrán presentó a Los Zetas con el militar.

"'El Z-40' se dirigió al General y le señaló que tenía el interés de conocer a los encargados de la Zona Militar en Tamaulipas y Veracruz, para poder facilitar el libre andar de ellos y el trasiego de drogas en dichos estados, ya que no tenían arreglos con generales, únicamente con pura tropa", recordó el narcotraficante.

"Arturo Beltrán Leyva ordenó al General Acosta Chaparro que se pusiera de acuerdo con 'El Z-40' para que acudiera a una cita, con la finalidad de que lo presentaran con Heriberto Lazcano". 

A los dos días, Acosta aceptó reunirse con "El Lazca", contó "El Grande" a la PGR.

ACOSTA
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