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martes, 4 de septiembre de 2012

Emboscada, invento de Estados Unidos

Policía Federal.- Los 12 elementos de la Policía Federal que el pasado 24 de agosto dispararon en contra de una camioneta en la que viajaban dos ciudadanos estadunidenses y un capitán de la Armada mexicana no realizaron una emboscada, como acusó ese mismo día la Embajada de Estados Unidos en México.

El gobierno federal de nuestro país, propenso siempre a quedar bien con el gobierno de Estados Unidos, sometió a investigación a los 12 policías con el señalamiento de la embajada como punto de partida.

Sin embargo, los policías no emboscaron a la camioneta con placas de la SRE, sino que dispararon en el marco de un operativo relacionado con un doble secuestro.

Las víctimas eran Salvador Vidal Flores Pérez, funcionario del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y un individuo cuya identidad no se ha hecho pública.

De acuerdo con la declaración que Salvador hizo ante el Ministerio Público de la Federación, cuyos fragmentos publicó el diario Milenio el pasado viernes, los elementos de la Policía Federal “se jugaron el pellejo” para tratar de detener a sus secuestradores.

Un día antes del incidente, Salvador había salido de Tepoztlán hacia el Museo Nacional de Antropología para preparar un acto en el que participaría el presidente Felipe Calderón.

De pronto se le cerró un automóvil; dos hombres encapuchados lo amagaron con pistolas y lo hicieron pasarse al asiento de atrás.

Los delincuentes lo pasearon varias horas en su propio auto y luego lo metieron a otro, en el que había otra persona secuestrada.

Cerca de la media noche fueron dejados en libertad y como pudieron llegaron a un cuartel de la PF.

Al día siguiente, varios elementos de la corporación peinaban la zona en donde se llevó a cabo el doble secuestro.

En Tres Marías le marcaron el alto a la camioneta blindada, pero el conductor retrocedió e intentó huir.

A bordo de tres patrullas de la PF y de un auto Chevy sin rótulos pero propiedad de la corporación, los federales persiguieron a la camioneta y siete de los 12 uniformados dispararon contra ella.

De acuerdo con la averiguación previa iniciada por el Ministerio Público de la Federación, los policías federales no iban de civil, sino uniformados. Nunca intentaron huir y de inmediato fueron puestos a disposición de la PGR para facilitar la investigación. ¿Cuál emboscada?

Los 12 policías federales están sometidos a un arraigo de 40 días y seguramente serán consignados y encarcelados, mientras que los dos ciudadanos estadunidenses que viajaban en la camioneta abandonaron el país sin rendir su declaración y sin que se conozca, hasta el momento, su identidad.

El gobierno mexicano le cumple así a las siempre exigentes autoridades de Estados Unidos, pero no procura que se conozca la verdad y que se haga justicia.

Posiblemente los policías federales cometieron delitos no graves, derivados de la negligencia por no darse cuenta de que la camioneta que perseguían tenía placas diplomáticas.

Pero difícilmente podrían ser acusados de cometer el delito de tentativa de homicidio, como pretendían los teóricos de la emboscada.

Es muy poco común que los medios de comunicación reseñen hechos en los que los elementos de las fuerzas del orden, frecuentemente sometidos a severos cuestionamientos, actúen en cumplimiento de su deber.

Al parecer, en el caso Tres Marías, los 12 policías federales cumplían con su deber.

Aun así deberán enfrentar una sanción ejemplar, que sea del agrado del gobierno de Estados Unidos.

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