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lunes, 10 de septiembre de 2012

Por ser familiar de un 'narco' recibió golpiza que lo dejó paralítico

Distrito Federal.- Rusbel Jacinto Salazar Armendáriz, quien sufre una discapacidad motriz de un lado de su cuerpo, debido a una embolia, presentó una queja en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ya que denunció que fue víctima de actos de tortura cometidos por presuntos integrantes del Ejército mexicano en Sonora.

El denunciante, quien es maestro de secundaria, es primo de Jesús Alfredo Salazar Ramírez, El Muñeco o El Pelos, uno de los delincuentes más buscados de México y Estados Unidos que trabaja para Joaquín El Chapo Guzmán.
Su parentesco con Salazar Ramírez no sólo le ha traído problemas a él, sino también a su familia.

El pasado 18 de agosto, dijo que fue torturado y amenazado de muerte por soldados que pertenecen al 60 Batallón de Infantería en Ciudad Obregón, a cargo del teniente Roberto Faguero.

En entrevista con Milenio, Rusbel aseguró que no tiene contacto con su primo desde hace más de 10 años, ya que fue segregado de la familia, porque con sus acciones trajo la muerte de inocentes.

Acompañado de Nidia Eloisa Salazar Ramírez, hermana de El Pelos, Rusbel comentó que decidió viajar a la Ciudad de México para dejar constancia de lo que sucede en Sonora, pues las autoridades estatales no les hacen caso, pues se les criminaliza sólo por los apellidos.

Por ello, recurrió a la CNDH, en donde presentó una queja el 5 de septiembre, misma que fue ingresada con el número de folio 96024.
Ahora su caso será sometido análisis para su integración por parte de visitadores adjuntos, quienes determinarán si hay o no conductas violatorias de los derechos humanos.

Rusbel mencionó que vive en compañía de su familia en la colonia Aviación, en Navojoa, Sonora.

En su narración de hechos, señaló lo siguiente:
“…actualmente me encuentro con una discapacidad motriz, de un lado de mi cuerpo debido a problemas de salud (embolia) y me dedico a la docencia en varias disciplinas”.

Indicó que su vida dio un giró el pasado 18 de agosto, cuando viajaba por el camino que conduce de Chinipas, Chihuahua, a Álamos, Sonora.
“Un teniente y siete soldados, que se encontraban en una unidad automotriz en el punto denominado Las Lajas, perteneciente a la comunidad de Chinipas, aproximadamente a las 9 de la mañana, me bajaron del vehículo en el que viajaba en compañía de dos personas más…

“Los militares procedieron a hacernos una revisión corporal, así como al vehículo en el que viajábamos, sin encontrar nada ilícito, y al encontrar las respectivas identificaciones, me apartaron de mis compañeros, por mis apellidos Salazar Armendáriz, relacionándome como familiar de una persona de nombre Jesús Alfredo Salazar Ramírez, por lo que comenzaron a interrogarme sobre su paradero…

“Comenzaron a presionarme en forma de tortura ya que me pusieron una camiseta en mi rostro y me propinaban golpes con el puño en el bajo vientre, y al no obtener la información que buscaban , me pusieron una bolsa en la cabeza cubriéndome totalmente, bloqueando mi respiración, para después de varias horas, dejarnos en libertad…”, señala la queja.

Antes de liberarlo, detalló Rusbel, los militares lo amenazaron con sembrarle droga y armas a toda su familia. A partir del incidente, agregó, inició el hostigamiento contra sus familiares.

Jesús Alfredo Salazar ha sido señalado por México y Estados Unidos como uno de los principales operadores del cártel de Sinaloa en Sonora y encargado del tráfico de drogas hacia territorio estadunidense. La Procuraduría General de la República ofrece una recompensa de 2 millones de pesos por informes que conduzcan a su ubicación; En El Paso, Texas, hay una orden de aprehensión en su contra por tráfico de cocaína y conspiración.

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